Esta ciudad es de mentira, de Mario Benedetti.*
No puede ser. Esta ciudad es de mentira. No puede ser que las palmeras se doblen a acariciar la crin de los caballos y los ojos de las putas sean tiernos como los de…
No puede ser. Esta ciudad es de mentira. No puede ser que las palmeras se doblen a acariciar la crin de los caballos y los ojos de las putas sean tiernos como los de…