La otra orilla del tiempo: en torno a Semilla a punto de vuelo, de Mario De Lille

Las formas de la muerte

De las muchas maneras que hay en poesía para hablar de la vida, ninguna como el tema de la muerte. Ninguna tampoco tan socorrida hasta el extremo de convertirse en un soberbio lugar común.

La muerte —ya lo afirmara Poe en su célebre “Filosofía de la composición”— es y seguirá siendo probablemente, el motivo melancólico por excelencia que los poetas prefieren para escribir de los avatares del mundo y su realidad inacabada. ¿Qué otra cosa puede esperarse ante el misterio de la muerte? Perplejo ante lo desconocido, el poeta no puede sino rendirse e imaginar el absoluto con la única certidumbre que posee: la palabra.

Se diría entonces que la muerte adquiere sentido en tanto añade nuevas dimensiones a nuestro modo de otorgar posibilidades de interpretación al misterio de la vida. Sobre esto último, el más reciente libro de Mario De Lille, Semilla a punto de vuelo, es acaso una apuesta  por esbozar la compleja situación del hombre ante lo insalvable de la vida en su transcurrir hacia la otra orilla del tiempo. De la vida, la bienamada vida, son los poemas de De Lille que parece recordarnos a cada momento la paradoja poética más ilustrativa sobre el devenir de los instantes: “el tiempo es una forma viva de la muerte”.

Mario De Lille, Semilla a punto de vuelo, México, ICT-UJAT-Sociedad de Escritores Tabasqueños, 1999, 113 pp.

Por ello la “Muerte-Concepción”, la “Muerte Nonata”, la “Muerte Joven” y todas las demás muertes que esparcidas a lo largo del libro se suceden perfectamente, como imitando el rigor estricto de los procesos biológicos. Semilla a punto de vuelo, por lo menos en su primera parte, bien podría pasar por un muestrario de la debacle orgánica a la que se dirigen tarde o temprano todas las formas vivientes. Debacle que no es, por cierto, el final de la existencia. La física y la bioquímica son claras a este respecto cuando afirman que todos somos transición en movimiento, universos en mutación perpetua.

La muerte, entendida así, es tan sólo un eslabón a otros estadíos de reproducción y crecimiento, una zona intermedia que opera en armonía con el fenómeno enzimático, principal responsable del desgaste de la mayoría de los organismos. De Lille intuye este punto y lo plasma como sólo a él se le pudo haber ocurrido: jugando, divirtiéndose con las estructuras que el poema plantea y, sobre todo, sonriendo, guiñándole el ojo al lector para ponerlo alerta de lo que el poema mismo trasmite.

Porque, como lo mostrara antes en Dios te salve María, Non Sancta, para De Lille todo se vale en poesía: desde la burla inmisericorde que se escabulle con el verso más solemne y grave, hasta la mentada de madre con que se remata una estancia para pasar al inicio de una estructura en prosa. Sin olvidar por supuesto la vértebra erótica con que suelen poblarse las divagaciones lúdico-filosóficas de este subvertidor de las poses correctas.

Si alguna estética habría que encontrar en la poesía de De Lille nada mejor que la antiestética, esa afirmación relativa de las formas con las cuales se acompaña el arte contemporáneo. Escudríñense los poemas de Semilla a punto de vuelo y se verá el valor casi insignificante de las versificaciones que, por cierto, parecen más apostarle al poema como centro discursivo que como concentración de imágenes destinadas a la degustación lectora.

Nada más lejos. El poema es concebido aquí como un campo de experimentaciones en donde casi cualquier recurso tiene cabida, incluso el del yo desinhibido que dialoga con la muerte y la retrata como la enigmática mujer que todos en el fondo deseamos. Así lo sugiere por ejemplo el poema “Muerte Anticipada”, talvez el que mejor alcanza a sugerir el contenido de la primera parte del libro.

¡bella entre las bellas que ahogan en sus tormentos los sueños quiméricos de los condenados al tercer círculo del infierno escindidos  por el amor incompleto!

¡apiádate de mí, suave puta con sabor a nuevo!

reina de mis palabras y de mis desvaríos y de mis fantasías conjugadas en la diosa salvaje que gobierna a su esclavo en un abrir y cerrar de muslos…

Horror y fascinación. El poeta rehuye de la muerte y la desea, la busca sin saberlo y también la rechaza. En tales términos, la muerte se asemeja a la vida por su carácter evanescente y su realidad marcada igual por lo transitoriedad de los instantes. El mensaje central de la Muerte-Vida en Semilla a punto de vuelo se resuelve así como el gran suceso de morir a trozos —sólo se muere una vez— en la breve experiencia de vivir.

Si se intenta explicar un poco esa visión sintética de la Muerte-Vida desde el punto de vista del deseo, el poeta se agarra de la muerte como de la vida pues en el fondo sospecha la cabal identidad entre ambos polos, opuestos sólo por un efecto ilusorio de sobrevivencia. Al final, sin embargo, los polos se funden para dar paso al triunfo del vértigo inexpugnable al que llamamos tiempo.

 

Entre la alabanza y la sinfonía

Semilla a punto de vuelo es, por lo demás, una construcción heterogénea armada con la intención, deliberada o no, de ofrecer una sensación rítmica de contrapuntos. De pronto el lector se encuentra con un “Poema ditirámbico-sinfónico en cuatro movimientos” que intenta reflejar, con su sola estructura, la cadencia de motivos musicales diferenciados a fuerza de ritmos y distribuciones poemáticas que echan mano de los recursos más audaces, y no por ello más originales, de la poesía hispanoamericana actual.

“Somos por la danza de tus manos” es como resultado de dicha tentativa una expresión entreverada de las muchas tendencias que identifican a la poesía de Mario de Lille. En realidad se trata de cuatro poemas entrelazados por la conjunción armónica de las palabras y sus sonidos. De aquí la autonciencia de cada poema que se sabe portador de un ritmo y una vivacidad particularísima y esencialmente multiforme. En efecto, quienquiera que deguste la música latente en “Somos por la danza de tus manos” encontrará una por momentos abrumadora polifonía de voces disgregadas y en ocasiones en franco contraste.

La sinfonía se torna como consecuencia en una especie de perorata lírica salida del inconciente, muy a la manera de un monólogo narrativo que discurre sobre todos los temas posibles, sin más límite que la propia inventiva del poeta. Por algo decía antes que este poema de Mario De Lille conjuga con cierto atrevimiento las más representativas formas libres de la poesía escrita en los últimos años, con la particularidad de que en sí mismo el poema no es sino extensión de algún otro escrito con anterioridad, probablemente en las mismas entrañas del autor. Sobre el ánimo dionisíaco de “Somos por la danza de tus manos”, el “Allegretto” nos recuerda con su tono festivo el espíritu de la segunda parte del libro.

Danzar en la oscuridad de tus tiempos es descubrir la esencia de la vida 

es aventurarse al golpeteo de la prehistoria respirar en los pulmones nuevos e inventar el ritmo verte soñando en tu compás de uno a cuatro

—por decir un número—

cerré los ojos 

apreté los párpados al temblor indeleble de tus pies descalzos sobre la tarima inmóvil de mi cuerpo

Pocos como Mario De Lille para tomar a la poesía con tanta irresponsabilidad y atrevimiento. Pocos también para lograr que las palabras se multipliquen y transgredan el mero ámbito literario para incrustarse de lleno en los linderos de la vida. ¿Qué otra cosa es la vida sino una secuencia atonal de acontecimientos unidos sólo por una espesa conjunción de incertidumbres?

Allí radica la validez de la antiestética en Semilla a punto de vuelo: paso en falso es el sentido sin direcciones múltiples y lo es el verso que cancela la visión de latitudes situadas más allá del alcance de nuestras visiones. Al final de cuentas, quizá la mayor virtud de este libro sea la de sugerirnos que la poesía, como la vida, es una incertidumbre demasiado importante como para dejarla simplemente en manos de poetas.

Acerca del autor

Francisco Payró
Macultepec, Tabasco (1975). Economista y escritor. Autor de "Bajo el signo del relámpago" (poesía), "Todo está escrito en otra parte" (poesía) y "Con daños y prejuicios" (relatos). Ha publicado poesía, ensayo y cuento en diferentes medios y suplementos culturales de circulación estatal y nacional.

About Francisco Payró

Macultepec, Tabasco (1975). Economista y escritor. Autor de "Bajo el signo del relámpago" (poesía), "Todo está escrito en otra parte" (poesía) y "Con daños y prejuicios" (relatos). Ha publicado poesía, ensayo y cuento en diferentes medios y suplementos culturales de circulación estatal y nacional.