El Cristo de Temaca, de Alfredo R. Placencia.
Hay en la peña de Temaca un Cristo. Yo, que su rara perfección he visto, jurar puedo que lo pintó Dios mismo con su dedo...
Hay en la peña de Temaca un Cristo. Yo, que su rara perfección he visto, jurar puedo que lo pintó Dios mismo con su dedo...
Llega el día en que el hombre se satura y se cansa del amor, del placer, del dolor, de la esperanza, y se vuelve solitario, empedernido, mudo como soltera piedra varada en el desierto.
Lecturas en voz alta a cargo de escritores. Dá clic para escuchar el audio (se recomienda el uso de auriculares para una mejor experiencia auditiva). He querido grabar para esta entrada tres poemas, tomados del libro…
He llegado, por fin, después de semanas de lectura lenta (¿y atenta?) a Los daños del siglo, el segundo libro de poesía de Margarito Palacios Maldonado. El título apareció después de que en 2010 su autor…